En estos días de calor se convierte en una necesidad el hidratarse constantemente, por lo que en este contexto creo que podrán haber escuchado o consumido, en más de alguna oportunidad, el agua “Late”. Pero, ¿por qué mencionar a esta empresa en particular? La razón es simple, es porque esta marca no solo se caracteriza por producir y vender agua embotellada, como lo hacen varias, sino que también utiliza el 100% de sus utilidades para financiar diferentes fundaciones sin fines de lucro. Late junto a 76 otras empresas en Chile se define como “Empresa B”, empresas que tienen como principal norte cambiar la visión de éxito empresarial y utilizarla para generar cambios sociales y ambientales, considerando el bienestar tanto de los trabajadores, inversionistas y consumidores.
Hace un poco más de un año, en la cuarta versión del premio anual “B Corp Best for the World”, se premió a 13 empresas chilenas destacando su labor en los ámbitos de “Mejores para el mundo 2015”, “Mejor para los trabajadores”, “Mejor para las comunidades”. Algunas de las destacadas fueron “Algramo” (dispensadores de alimentos básicos a granel), “Cultiva Empresa” (reforestación de terrenos), “TriCiclos” (reciclaje a nivel nacional), “Ecopacto” (producción de biodiesel a partir de aceites vegetales usados), “TaxiGo” (taxis ecológicos en Latino-América) y “Late”.
Dado el gran éxito mencionado anteriormente, se torna una necesidad la difusión y masificación de este concepto y visión de trabajo, ya que es en estos tiempos donde las empresas B pueden tomar un rol importante y fundamental en el área comercial, cambiando la forma de ver la economía, replanteando su finalidad y desafiando las fronteras y barreras que existen. Porque para ser una Empresa B solo basta tener una buena idea y querer verla hecha realidad, ya que las manos y las mentes, sobre todo de jóvenes, sobran en esta larga franja de tierra. Es decir, son estas las generaciones que pueden generar grandes cambios por el bien del país y del mundo, entregando lo mejor de sí para cumplir sus metas.
Entonces, el llamado para los futuros dueños, trabajadores y consumidores, es a no buscar la mejor empresa del mundo, sino a la mejor empresa para el mundo, porque son esas empresas las que hoy se necesitan.