Últimamente ha aparecido un número no menor de noticias que hacen referencia a emprendimientos en el área de la música; esto no tendría por qué ser motivo de sorpresa, la industria musical es un mercado prolífico en gran parte del mundo, pero cuando se trata de chilenos que se han atrevido a incursionar en un ámbito atípico dentro del negocio de la música, y en un país que fomenta poco el emprendimiento, entonces sí es objeto de admiración.
El desarrollo de equipamiento para instrumentos musicales consiste en la fabricación de diversos aparatos mecánicos o electrónicos que enriquecen la presentación del artista, tales como amplificadores, pedales, cápsulas y uñetas. La mayoría de las grandes empresas del rubro, como Marshall, Fender y EMG, entre otras, se encuentran en países altamente industrializados donde se financia e incentiva el emprendimiento. No obstante, estos últimos años han surgido distintas iniciativas que pretenden terminar con esta situación; se trata de un grupo de chilenos que con gran esfuerzo ha creado sus propios amplificadores, pedales y cápsulas para instrumentos musicales, de una calidad igual o superior a la de las grandes marcas, siendo algunos realmente innovadores.
Organic Pickups es la única empresa chilena dedicada a la fabricación de cápsulas para guitarras y bajos eléctricos, las cuales funcionan como pequeños micrófonos que captan las vibraciones de las cuerdas y las transforman en señales eléctricas, sin embargo, al ser intermediarios del “sonido real”, muchas veces pierden matices que enriquecen la sonoridad del instrumento. Es por esta razón que Organic Pickups ha desarrollado cápsulas más dinámicas, que le otorgan mayor musicalidad y versatilidad al intérprete, a precios accesibles. Humboldt Pedals, otra de las iniciativas, se dedica a la confección de pedales para guitarras eléctricas hechos con trozos de madera reciclados, lo que evita que sean afectados por interferencias en el circuito. Los pedales son construidos por artesanos siguiendo el sistema de comercio justo (fair trade), y ya son vendidos en Estados Unidos. Richon es otra marca chilena que se dedica a la construcción, modificación y reparación de cabezales, amplificadores y pedales. Parte de sus equipos son diseñados según las especificaciones del cliente, y en general son productos de gran calidad y durabilidad.
Si bien existen muchos más proyectos de este tipo, el mejor representante de estos emprendimientos es Darkglass Electronics, empresa reconocida mundialmente por la fabricación de pedales para bajo eléctrico. Pese a ser una iniciativa desarrollada por chilenos, no se instauró en el país debido a que no obtuvieron el apoyo del Corfo, y fue en Finlandia donde consiguieron el financiamiento que les permitió establecer su empresa. Actualmente los pedales Darkglass son vendidos en más de 50 países, entre los que se encuentran Japón, Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, y son utilizados por destacadas bandas como The Strokes, Rolling Stones, Jamiroquai y Faith no More, entre muchas otras más.
Chile está lleno de grandes ideas, pero muchas de estas no pueden despegar por falta de apoyo estatal o de privados. Sobran ejemplos que demuestren que los productos y servicios chilenos son de calidad y no tienen nada que envidiar a los de otros países. Ya es tiempo de dejar de mirar para el lado y creer en lo que podemos hacer como personas.